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El espacio construido y el idealizado acercan a los fieles al mundo divino

3c548451f1   Manizales, sep. 03 de 2015 - Agencia de Noticias UN- De esta manera explicó Magno Moraes Mello, profesor de la Universidad Federal de Minas de Gerais (Brasil), la relación intrínseca entre la pintura y la arquitectura desde el ámbito religioso y el culto.

Durante la conferencia inaugural de la Escuela de Arquitectura de la U.N. Sede Manizales, titulada “Ilusionismo arquitectónico: la quadratura barroca entre Europa y América portuguesa”, este experto en crítica de arte y museología, analizó cómo desde la religión se utiliza la arquitectura pictórica para atraer más creyentes.

Según el experto, muchas veces hay una construcción real, propia y específica, pero en las paredes y techos los artistas continúan la estructura interna, para crear un ambiente mayor y transmitir la sensación de que en verdad el techo existe y hace parte del espacio terreno.

A esta acción se le conoce como quadratura o falsa arquitectura, un tipo de decoración ilusionista en la que se pintan elementos arquitectónicos sobre paredes o techos, de modo tal que dan la impresión de ser una continuación de la arquitectura real de una habitación en un espacio imaginario.

El profesor Moraes Mello mencionó que todo lo que sucede en ese espacio diseñado ofrece una sensación de inexistencia del techo, entonces por un segundo o dos se percibe que ya no estamos en el mundo terreno sino en contacto con el mundo divino.

Uno de los principales realizadores es Andreas Pozzo, pintor, diseñador y teórico del arte barroco italiano, quien pintó un techo en San Ignacio de Roma, en el que los elementos arquitectónicos y las figuras se proyectan sorprendentemente hacia el cielo.

Según el profesor brasileño, la importancia de compartir estos aportes con los estudiantes de arquitectura radica en que forman parte esencial de su proceso de formación, ya que les permiten indagar sobre relaciones artísticas e incluirlas dentro de los espacios que ellos diseñarán para el hábitat y usos determinados.

“Hablamos de pintura y arquitectura; esta última se debe estudiar como tal, es decir desde los capiteles, los fustes, las columnas; adicional a ello los estudios de antigüedad son perfectos para este tema en particular, ya que se encuentran otros ejemplos, aún antes de la religiosidad, que evidencian la majestuosidad que se busca con las quadraturas”, indicó el experto.

Durante su conferencia, el profesor dijo también que la arquitectura construida es necesaria para comprender la arquitectura pintada, puesto que a través de técnicas como la perspectiva se enseñan a construir esos diseños que eluden al observador.

“Es importante que el observador se crea que el espacio es real, aún sabiendo que es pintado. La duda es una cosa muy especial en el Barroco porque este periodo hace una apelación para los sentidos; el ojo es muy importante porque al ver se puede caer en un trampa, de ahí que muchas veces la traducción en el español para quadratura sea la trampantojo: una trampa para el ojo”, puntualizó el conferencista.

Algunos países donde se observa este tipo de arquitectura pictórica son Portugal, Brasil, Italia, España, Austria, el sur de Alemania, entre otros.

Una dinámica de enseñanza

Sobre el desarrollo de la conferencia inaugural de la Escuela de Arquitectura de la U.N. Sede Manizales, el docente de la Universidad Federal de Minas dijo que es un espacio muy interesante para el aprendizaje, pues están inmersos en desarrollos y avances del ámbito internacional.

“Estamos todos de la América y nos conocemos poco, por ello este tipo de intercambios en donde hablamos sobre temas de patrimonio de los diversos países genera mayores interacciones entre alumnos, clases y cursos para intercambiar sistemas”, aseveró.

(Por:Fin/FLPV/dmh/AC)

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