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Un posacuerdo desde la educación y la igualdad

fotocate   MANIZALES, 18 de septiembre de 2015 — Agencia de Noticias UN- “Pueden ser muy elevados los costos de la paz, pero siempre serán menores a los que implican los gastos de la guerra”, afirmó el profesor Juan Carlos Yepes Ocampo durante la Cátedra de la Paz en la U.N. Sede Manizales.

Según el doctor en Estudios Públicos, se deben prever con juicio los escenarios del posacuerdo que se irán a enfrentar. Para el experto, uno de esos espacios es el de la educación, ya que es a través de ésta que se podrán reconstruir valores como la tolerancia, la igualdad, la fraternidad y la dignidad, necesarios para reflexionar sobre el posacuerdo.

“La educación no puede enfocarse solo hacia el aprendizaje de ecuaciones, de legislación, de física, de movimientos sociales, ésta debe ser complementada porque los seres humanos somos multidimensionales, no somos solo cerebro y cognición, también somos motricidad, habilidad, emoción, pasión, es casi que un contrasentido que queramos llenar la tábula rasa de contendidos y dejemos lo humano de lado”, sostuvo el experto Yepes Ocampo.

Diálogo acertado

Al referirse al actual proceso, el docente expuso: “Convencido estoy de que la única salida a la confrontación armada, y más aún en una como la que padecemos los colombianos, tiene solamente una posibilidad y es el diálogo; pensar que la dominación del enemigo o el sometimiento son las mejores opciones, nos encierra de nuevo en este círculo con un cambio de rol en los papeles”.

Para el experto, la salida política de la confrontación es aquella que permitirá un acuerdo general para la construcción de una paz estable y duradera. “Llevamos tres años de negociaciones, pero una guerra de 50 años no es posible resolverla de la noche a la mañana, aunque sí podemos hablar de acciones concretas, de avances y no de utopía”, aseguró Yepes.

Durante su intervención, el también especialista en Educación analizó las fases del acuerdo que se está discutiendo en La Habana (Cuba) y su incidencia en el futuro del país.

Sobre la primera, la de acercamiento, el profesor Yepes indicó que en cualquier tipo de diálogo lo primero que se debe hacer es un contacto inicial: “tenía que ser así, no podía ser desconocido hacia los ciudadanos, pero sí debía realizarse con sigilo y prudencia”, añadió.

En cuanto a la concreción del acuerdo, segunda y actual fase, el licenciado en Ciencias de la Educación expresó que ya ad portas de terminar el quinto punto, representa el paso más significativo del proceso.

El invitado también examinó la fase de la refrendación como aquella en la que los ciudadanos tendrán mayor incidencia, para que se defina en materia de acuerdos políticos lo que se va a lograr, siempre y cuando se les pregunte a los colombianos si están o no de acuerdo en los mecanismos por implementar.

“En una fase cuarta, que es la de la implementación, que con base en mis estudios de posgrados quiero advertir que requiere un trabajo previo de diseño en relación con lo que debe ser ese escenario de posconflicto, en donde todos debemos participar, no es cuestión de dirigentes ni burócratas, necesitamos a las comunidades sociales de base o sociedad civil para lograrlo”, mencionó.

Un perdón con memoria del dolor

Sin embargo, el docente Yepes Ocampo dijo que cuando se habla del tema igualdad en todo este proceso, se debe comprender que esta no puede ser escogida sino que debe incluirse tanto a las víctimas como a los victimarios.

Un ejemplo de ello, según el conferencista, se presenta en el componente relacionado con la participación política, ya que algunos sectores de la opinión pública señalan que sería aberrante que un desmovilizado o un exguerrillero de las FARC participe de estos procesos.

“No debemos olvidar que tras el proceso no serán solo los guerrilleros de las FARC quienes empezarán a buscar mecanismos de perdón e igualdad, también se debe incluir a los otros actores, como a fuerzas del estado, paramilitares, delincuencia organizada, empresarios, industriales, ganaderos, entre muchos otros que también han cometido crímenes contra la sociedad civil”, aseveró el profesor Yepes.

Asimismo, dijo que “todos ellos deberán ser perdonados pero eso no implica que se olvidará lo que hicieron, por el contrario, se debe preservar la memoria historia para poder superar esta situación tan agobiante, pues al tener memoria suficiente, estos actos no se deben repetir”.

Por su parte, según el Centro de Memoria Histórica, se calcula que, sin mencionar los desaparecidos, son 220.000 los muertos que ha puesto el país a lo largo del conflicto armado.

(Por: Fin/FLPV/dmh/CA)

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