MANIZALES, 13 de octubre de 2015 — Agencia de Noticias UN- La pulpa, el mucílago, el cisco (la cáscara) y los árboles talados en cultivos de café son una fuente valiosa para producir biocombustibles de segunda generación.
Esta cadena de suministro autosostenible, que aprovecha los residuos de café durante el cambio periódico del cultivo, hace parte de la investigación que adelantó la aspirante al título de doctora en Ingeniería, Industria y Organizaciones, de la Universidad Nacional de Colombia Sede Manizales, Marcela Morales Chávez.
La investigadora se documentó con informes ambientales que hablaban del calentamiento global que genera el petróleo, el gas y el carbón, para evidenciar la necesidad de buscar biocombustibles que no fueran producidos por fuentes alimenticias y que a la vez sirvieran para crear un sistema autosostenible dentro de la cadena de suministro.
“Se tenía la necesidad latente en torno al diseño de cadenas de suministros integradas bajo un enfoque de sostenibilidad, que permitiera generar procesos económicamente viables, benignos con el medioambiente y fueran socialmente justos”, detalló la autora de la tesis de doctorado “Diseño de una cadena de suministro de biocombustible a partir de residuos de café”.
La investigación tuvo como desafío integrar las instalaciones, el transporte y los inventarios con las características topográficas de la zona cafetera, donde el cultivo está en las laderas de las cordilleras, en territorios poco planos y de difícil acceso.
“El modelo por implementar en el diseño de una cadena autosostenible de combustible a partir del café debe contemplar desde un principio un transporte especial, al tener en cuenta que el 95 % de las fincas cafeteras tienen una longitud menor a cinco hectáreas, a diferencia de las de caña de azúcar, que se siembran en extensas áreas planas”, indicó la doctoranda Morales Chávez, quien también es docente de la Universidad Libre seccional Pereira.
Su investigación también mostró que no se requieren directamente los cultivos de café, sino sus desechos, por lo que no se amenaza la cadena alimenticia ni la economía que gira en torno al grano.
Asimismo, con el uso de los residuos que deja la producción cafetera se estaría garantizando su reutilización, con ello disminuye la contaminación de las zonas rurales donde se genera la actividad.
“Igualmente, con esta modalidad de biocombustible que no genera tanto dióxido de carbono, se mitiga el impacto de los denominados combustibles fósiles, como petróleo, gas y carbón”, describió la experta.
Estos son generadores del llamado efecto invernadero, fenómeno producido por la acumulación de gases, y se encuentran en el transporte, los fertilizantes, y la industria, entre otros sectores.
“La problemática del calentamiento global nos obliga a buscar planes de mitigación como ya lo hacen en otros países. Existe la necesidad de investigar más sobre las probabilidades que se encuentran en los residuos agrícolas”, anunció la estudiante de doctorado.
Previo a su investigación con residuos de café, la investigadora hizo lo propio con la caña de azúcar, de ahí surgió un artículo con el que estará presente esta semana en el Congreso Internacional de Logística y Cadena de Suministro en Mercados Emergentes (Cilog), que se celebrará en Queretano, México.
(Por: Fin/IJR/MLA/CA)