MANIZALES, 15 de octubre de 2015 — Agencia de Noticias UN– “Lo que nos define no es ser profesionales, somos seres humanos antes que ingenieros, matemáticos, administradores”, afirmó hoy en la U.N. Sede Manizales el experto Carlos Lemoine.
Durante la conferencia magistral, ofrecida en el marco de la Cátedra Arquitectura, Ingeniería y Humanismo, este ingeniero y matemático, reconocido en Iberoamérica por su trabajo de más de 35 años en el conocimiento de Colombia y la región, a través de la investigación cualitativa y cuantitativa, dijo que la formación profesional en el siglo XXI debe enmarcarse en 12 dones relacionados, específicamente, con el ímpetu y posicionamiento de cada individuo como persona.
Son los procesos cualitativos, destacó el investigador, los que generan el triunfo de las organizaciones, dado que la dimensión humanística refuerza aspectos como la confianza, el compromiso y la responsabilidad, que son inherentes en los seres humanos.
“Potenciar el aprecio por los seres humanos, el talento para admirar, empresa y ciudad, marca país, naturaleza, arte por construir ofertas, poesía, visión de la mujer, confianza, conversaciones para la acción, deportes y entrenamiento, esos son los doce dones claves para avanzar hacia la construir de profesionales y empresas exitosas”, expresó el invitado.
Un ejemplo, según el egresado de la U.N. y actual presidente del Centro Nacional de Consultoría, es el actual proceso de paz, ya que éste es una ventana para que el país se asome a un futuro más coherente con lo que es el ser humano. “A los colombianos nos ha costado más que a otros países del mundo alcanzar la paz, y más que a muchos el progreso y la inclusión, pero como nos ha costado más, tiene un valor más significativo, porque hemos trabajado arduamente para conseguirlos, acotó.
Empatía y admiración
Dentro de los 12 dones que deben enmarcar la formación profesional en el siglo XXI, destacó la empatía y la admiración, por ser los que contribuyen a la generación de empleo y empresa.
Para el experto, los jefes empáticos entienden a su personal y por ende los trabajadores sentirán que sus derechos no son vulnerados, habrá mayor transparencia y el profesionalismo se dará sin tropiezo alguno. En ese sentido: “cuando hablamos del talento para admirar, nos referimos a no criticar y a deslumbrarnos con las características que la otra persona tiene sin distinción de su profesión o quehacer, a su vez esto genera mayor aprendizaje, así como confianza recíproca y permanente”, mencionó.
Marca empresarial
En cuanto a las características como empresa y ciudad, arte de construir ofertas y visión de la mujer, el invitado a la cátedra argumentó que en Colombia, gracias a la creación de empresas en el siglo XX, la producción ha aumentado hasta 28 veces.
Para incrementar estas cifras el experto dijo que se debía tener claro que las empresas ocurren en las ciudades, y estas zonas se están desaprovechando. “Colombia tiene 1,1 millones de kilómetros cuadrados (k2) y el 30 % de Producto Interno Bruto (PIB) está en Bogotá, que ocupa el 0,1 % del área total del país, ¿qué pasa en el resto de ciudades cuando la empresa es el motor de desarrollo de un país?”, cuestionó.
Asimismo, expuso que la construcción de ofertas no se debe basar en el ofrecimiento global de una empresa al mercado, sino en lo que tienen las personas integrantes de esas organizaciones para atraer al consumidor: “todos queremos lograr la riqueza pero eso depende de lo que la gente ofrezca”.
Para el profesor Camilo Younes Velosa, decano de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura, quien lidera la Cátedra Arquitectura, Ingeniería y Humanismo, estos espacios contribuyen a que se cultive y fortalezca la dimensión humanísticas de los estudiantes.
(Por: Fin/FLPV/dmh/CA)