MANIZALES, 16 de octubre de 2015 — Agencia de Noticias UN- A través de un sensor físico, otro virtual y un controlador, se predice la temperatura, el contenido alcohólico y las fuentes de carbono del tequila artesanal.
El modelo, que podría tener un costo cercano a los 50 millones de pesos, se basa en una medida en línea, es decir, transmite instantáneamente lo que pasa en el tanque de almacenamiento de la bebida hasta un controlador.
La razón de ser de la investigación que adelantó Fabián Ortega, ingeniero de alimentos y estudiante de doctorado en Ingeniería de Sistemas Energéticos de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín, se basó en la irregularidad del producto etílico en cuanto a sabor y calidad.
Su experiencia académica en México, donde adelantó un curso de bioprocesos, le permitió conocer la problemática directamente de Vicente Peña, docente de la Universidad de Guanajuato.
“La industria del tequila no está tecnificada, solo pocas empresas grandes cuentan con adelantos, pues la gran mayoría son artesanales, se conocen popularmente como agave, que es el mismo nombre de la planta de la cual sacan la materia prima para elaborar la bebida”, indicó el ingeniero Ortega, presente en el evento de Automatización y Control celebrado en la U.N. Sede Manizales. Según lo explicó, en las plantas artesanales la bebida se elabora con destiladores de cobre y se almacena en barriles.
Así mismo, en un año la producción de tequila en el país azteca suma alrededor de 400 millones de litros, de ese número, el 50 % se exporta al resto del mundo.
Sin embargo, ante la falta de tecnificación o controles industriales, el producto tiende a no ser homogéneo y sufre variables tanto en el sustrato (fuente de carbono) como en la temperatura y el alcohol.
“Por eso hicimos simuladores para medir cada elemento con variables muy diferentes que nos mostraron resultados que podrían ser considerados como alternativas para mejorar la producción”, anotó el doctorando.
Las variables oscilaban entre medir la glucosa, el etanol o analizar el comportamiento de los microorganismos que hacen parte de la fermentación (la aplicación de este último modelo acarreaba costos mayores).
“Todas esas variables hacen parte de lo que conocemos como estimadores de estado, que consisten en modelos matemáticos que entre más acertados sean, mejor será la predicción y por ende la calidad del proceso final”, puntualizó el ingeniero de alimentos egresado de la Universidad de Córdoba.
Guanajuato, Michoacán, Tamaulipas y Nayarit son los estados mexicanos de mayor producción de tequila, licor que contiene al menos un 51 % de azucares provenientes del agave.
(Por: Fin/IJR/MLA/CA)