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Fertirrigación para frutales del Eje Cafetero

fertirr   MANIZALES, 29 de octubre de 2015 — Agencia de Noticias UN Las siembras elegidas para probar esta técnica y sus efectos en la calidad fueron: lulo, maracuyá, tomate de árbol, mora y guayaba.

En una finca de Caldas se instaló el proyecto piloto “Modelo de plataforma de aprovechamiento integral, adición de valor y competitividad de frutales comerciales andinos”, que usa de manera más eficiente el agua y los nutrientes en frutales del Eje Cafetero y del sur de Antioquia; por lo menos 50 cultivadores lo conforman.

Con tal fin, y como parte de los avances del proyecto, durante seis meses se han monitoreado algunos cultivos en cuanto a su manejo, áreas sembradas, productividad, prácticas de control de plagas y tipo de pesticidas utilizados.

Así mismo, se realizó el montaje de dos parcelas de estudio para cultivos orgánicos de guayaba–pera y lulo, se ha adelantado una caracterización fisicoquímica de contenido de polifenoles (sustancias antioxidantes) y de residuales de pesticidas, también se han obtenido dos prototipos de barras de guayaba y mora.

Esta iniciativa la lidera el Instituto de Biotecnología y Agroindustria (IBA) de la Universidad Nacional de Colombia Sede Manizales, con la colaboración investigativa de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Corpoica), el Instituto Catalán de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA), las empresas Agricultural Knowledge & Innovation Servicies (AKIS), de España, y Frugy, de Colombia.

Al respecto, el doctor en Tecnología de Alimentos Víctor Falguera Pascual, de AKIS, explica que la fertirrigación se refiere a la aplicación de agua y de nutrientes de forma localizada en los cultivos para hacer más eficiente su uso.

“Es un aporte tecnológico de la concepción en la gestión de explotaciones que nos ayudará a eliminar la prevención de que todo lo tecnificado es costoso; lo que se pretende es producir al máximo, lo mejor posible y con la menor cantidad de recursos”, agregó el experto.

La fertirrigación, según la experiencia de la empresa española, que tiene la segunda agricultura más tecnificada en el mundo, luego de Australia, puede llegar a ser cinco veces más económica porque va agrupando información relacionada con consumo de agua y de nutrientes, clima, ocurrencia e intensidad de lluvias y humedad, entre otros indicadores necesarios para hacer cálculos más precisos.

Además, diversos estudios sobre las ventajas de este método en cultivos de diferente naturaleza han reportado ahorros hasta del 40 % en el consumo de fertilizantes, y de un 35 % en el consumo de agua.

“En Colombia no hay información certera de, por ejemplo, cuánta agua consume un cultivo. Aunque se tiene conocimiento del clima en una región donde llueve de 1.100 a 1.200 milímetros (mm), no sabemos si la planta crece con 600 u 800 mm; igualmente, se trabaja bajo la idea de fertilizar cuatro veces al año y con dosis de 100 gramos (g) por hectárea, pero ignoramos si con esa cantidad de nitrógeno es suficiente”, argumenta Francisco Fonseca Salcedo, doctor en Medioambiente y Ciencias del Suelo, también adscrito a la empresa AKIS.

Proyecto piloto

Para solucionar esta problemática, los socios españoles instalaron en una finca de la región caldense un sistema de fertirrigación piloto, que cuenta con una estación meteorológica para mejorar la gestión de la explotación, y dos lisímetros de succión pasiva (una especie de drenaje interno de la tierra), con el fin de analizar los balances de agua y de nutrientes, específicamente en el cultivo de maracuyá.

Con este sistema se podrá monitorear y estudiar el ciclo de los cultivos para saber en qué momento se aplica el fertilizante, cuándo se debe regar agua y cuál es la dosificación, entre otros aportes, que finalmente se verán reflejados en la productividad.

Por último, la financiación del sistema está a cargo del Fondo Regional de Tecnología Agropecuaria (Fontagro) y del Banco Interamericano de Desarrollo; para su ejecución cuenta con aliados como la Asociación Hortifrutícola de Colombia (Asohofrucol), el Sena, la Alcaldía de Manizales, la Gobernación de Caldas y las empresas Alpina y FLP Procesados.

Mayor competencia

Según el profesor Carlos Eduardo Orrego Alzate, director del IBA y del proyecto, la iniciativa se desarrolló como una consecuencia de otros procesos investigativos adelantados en el Instituto, entre los que se encuentran algunos realizados para y con la empresa transformadora de frutas Frugy.

“Encontramos problemas relacionados principalmente con la inocuidad de las frutas, por ello propusimos y ganamos una convocatoria de Fontagro para trabajar en un proyecto que tuviera como foco desarrollar grupos integrados por las empresas transformadoras de fruta y los productores que suministran su materia prima, con el propósito de mejorar la competitividad de la cadena”, expresó el docente.

Asimismo, se propuso que para lograr estándares de calidad más altos era necesario disminuir el uso de agroquímicos y pesticidas, ya que estos no eran acordes con los requerimientos de mercado en fresco de la Unión Europea, que exige aplicar máximo 0,01 mg/kg.

También busca promover buenas prácticas agrícolas entre estos núcleos o grupos piloto de trabajo, así como expandir este modelo a otros productores y transformadores interesados en obtener fruta fresca y sus derivados con alta calidad e inocuidad para el consumidor.

Lo anterior obedece a que en la actualidad, en las zonas cafeteras, los cultivadores están migrando o buscando alternativas de producción (como los frutales o cultivos complementarios, entre ellos plátano, banano o caña), para mejorar su flujo de caja en las épocas del año cuando no hay cosecha de café.

(Por: Fin/FLPV/dmh/CA)

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