MANIZALES, 12 de noviembre de 2015 — Agencia de Noticias UN- Entre los años 1985 y 2013 el aumento de las actividades económicas en Antioquia, Valle, Cundinamarca y Santander tuvo participación directa en el flujo de efectivo (dinero de caja), con una relación entre sí de un 58 %.

De esta manera, señala Gabriel Escobar Arias, economista egresado de la Universidad de Caldas y candidato a doctor en Ingeniería, Industria y Organizaciones de la Universidad Nacional de Colombia Sede Manizales: “se podría deducir que si la economía crece, también lo hace el flujo de efectivo que maneja el sector industrial”.

Pero esta afirmación había que demostrarla con porcentajes, razón por la cual el doctorando realizó una investigación en la que tuvo en cuenta –para seleccionar los respectivos departamentos– los informes del DANE 2014 que los clasifican como los que más aportaron en el sector industrial con la producción de repuestos, zapatos, metalmecánica y otros relacionados con la manufactura.

Con esa información se diseñó un modelo estadístico que permitió hacer predicciones de acuerdo con el Producto Interno Bruto (PIB), es decir que “por cada punto porcentual que varía el PIB, se espera que los flujos de efectivo aumenten un 0,37% en esas regiones”, explica el docente.

El análisis cuantitativo también sirvió para saber si la región va a crecer o decrecer, lo que repercute en el flujo de efectivo. “Por ejemplo, para el caso de Antioquia, vimos que entre 1985 y 2013 hubo un 14 % de relación entre el crecimiento de su economía –que es industrialmente sólida– y el del flujo de efectivo”, señala el economista.

Dicho análisis también arrojó que en el caso de Cundinamarca hubo hechos determinantes para que aumentara su economía basada en el petróleo, un factor que incidió en el auge de la construcción de oficinas para consultorías relacionadas con este sector de la economía.

Además, encontró que Santander mantiene solidez económica en la refinería, y el Valle del Cauca con su fuerte que es la siembra de caña y posterior producción de azúcar para consumo interno y extranjero.

“Caso contrario sucedió en Caldas, donde la economía es fluctuante. Antes se pensaba que se basaba en el café o en el turismo, pero hoy día depende de la inversión en servicios sociales y construcciones públicas”, precisó el docente, quien expuso los resultados de su análisis durante el II Coloquio de la Investigación.

El experto mencionó que en un plano más global, la economía nacional reposa en la producción de petróleo; no obstante, su falta de tecnología e inversión le impide desarrollar la refinería que le facilite obtener productos fósiles.

“Colombia tampoco ha diversificado mucho su industria, como sí lo hicieron países como Alemania, Japón o Estados Unidos, por lo que depende en un gran porcentaje de la variación de los precios del petróleo; además, en muchas ocasiones compra productos refinados”, acotó el educador Escobar Arias, quien destacó que investigaciones de este tipo sirven para diseñar la planeación financiera de los respectivos sectores productivos del país.

(Por: Fin/IJR/dmh/CA)