MANIZALES, 20 de noviembre de 2015 — Agencia de Noticias UN- La U.N. extendió los talleres de capacitación más allá de sus campus, con el ánimo de incentivar a los bachilleres caldenses a formar parte de su comunidad académica.
En un principio, el programa “Preparación para la Vida Universitaria” incluía solo a estudiantes de los últimos grados de colegios manizalitas; no obstante, este año se perfiló más allá y llegó hasta Samaná, Villamaría y Chinchiná.
Para tal fin, la iniciativa concursó en el 2014 en la convocatoria del programa de Extensión Solidaria para el Fortalecimiento de la Innovación Social. Y pese a no ganar (fue seleccionada la Escuela de Liderazgo en la Subregión Noroccidente), contó con el apoyo conjunto de la Dirección de Investigación de la Universidad Nacional de Colombia Sede Manizales, la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y el programa Electroescritura, de Administración, también de la Sede.
“Primero ensayamos en Neira y Filadelfia pero vimos la necesidad de llegar a otras localidades del departamento, después de observar cómo algunos jóvenes residentes de zonas rurales aisladas de las cabeceras municipales, mostraban interés en los talleres a pesar de movilizarse desde muy lejos”, detalló José Israel Cárdenas, coordinador del Laboratorio de Química de la U.N. Sede Manizales.
El programa llegó hasta Samaná, concretamente a las aulas de la Institución Educativa San Agustín, donde un grupo de al menos 50 estudiantes de grado 11, pertenecientes a los estratos uno y dos, atendieron el llamado.
La actividad incluyó talleres clasificados en módulos de matemáticas, análisis gráfico, física, biología y química, con el acompañamiento de los docentes Juan David Lozada, Ricardo Pinilla y Mónica del Rosario Torres.
“Antes el programa estaba muy escondido, por decirlo de alguna manera, había que abrirlo más, llegar a más comunidades de afuera, y uno ve los resultados cuando se encuentra, tiempo después, en las aulas de la Universidad a estudiantes que antes habían asistido a los talleres”, sostuvo el docente Cárdenas, quien estuvo al frente de la iniciativa en conjunto con John Jairo Salazar.
Sin embargo, el profesor Cárdenas hizo hincapié en la necesidad de llevar un inventario de los alumnos que ingresan a la Universidad cuando han aprobado los respectivos exámenes, luego de presenciar los talleres.
Buena calificación
El proyecto, que comenzó hace una década a través de convenio suscrito entre la U.N. Sede Manizales y la Secretaría de Educación Municipal, beneficiaba cada año a 100 estudiantes de los dos últimos grados de bachillerato de la ciudad; a principios del 2015 el número ascendió a 2.000 con la consecución de más recursos económicos (cada ente aportó 150 millones de pesos).
En esa etapa, los módulos se extendieron hasta las veredas La Violeta, en Chinchiná, y Altobonito, en Neira, así dio los primeros pasos para ampliar la cobertura, que también favoreció a Samaná y Villamaría.
Los refuerzos educativos, aclaran los docentes, van dirigidos a preparar a los jóvenes que están próximos a iniciar carreras universitarias, frente a las exigencias de las pruebas de admisión.
(Por: Fin/IJR/MLA/CA)