Una comisión local, constituida por expertos en estructuras, analizará el estado actual de la emblemática estación El Cable, donde funciona la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Sede Manizales.
Según la arquitecta Claudia Rueda León, jefe de Ordenamiento Físico y Desarrollo de la U.N. Sede Manizales, el propósito es profundizar en el estudio y tener bases sólidas para desarrollar, a corto plazo, un plan de intervención.
“Estamos en la etapa de asesorarnos con más profesionales, especialistas en el tema para, de la mano del Ministerio de Cultura, decidir qué obras se deben ejecutar con el fin de salvaguardar este monumento de carácter nacional”, precisó.
Como resultado de la primera tarea de inspección, se decidió restringir el uso de los talleres de El Cable de la U.N. Sede Manizales, luego de advertir la presencia de hongos de descomposición en parte de la madera.
No obstante, después de conocerse los resultados sobre caracterización, clasificación, afectación y localización de la patología que afecta la madera, realizado por la Facultad de Ciencias Agrarias de la U.N. Sede Medellín, con apoyo del Laboratorio de Productos Forestales, se descartó una amenaza del Bien de Interés Cultural (BIC) declarado por el Ministerio de Cultura en 1996.
“Solo se restringió esa zona de la Sede donde se desarrollan las prácticas, como medida de prevención, mientras se le hacen ajustes al estudio que lideró el arquitecto Jhon Fredy Herrera; el resto de la edificación está en buenas condiciones y continúa prestando su servicio normalmente”, indicó.
Después del estudio suscrito a través de un convenio de cooperación entre sedes, celebrado entre octubre de 2015 y enero de 2016, se analiza la conformación de una comisión local, constituida por expertos en estructuras, para profundizar más en el tema con el ánimo de tener bases sólidas y así desarrollar a corto plazo el plan de intervención.
Por tal motivo, las clases teóricas del programa de Arquitectura y Urbanismo se mantienen activas en El Cable, mientras las prácticas se desarrollan en el campus La Nubia.
Símbolo nacional
La edificación, considerada como un referente del transporte aéreo colombiano, fue construida por la compañía inglesa The Ropeway Extension, para conectar a Manizales con Mariquita (Tolima) a través de un cable de 72 kilómetros y 376 torres de acero apostadas sobre el relieve montañoso que separa a ambas localidades.
Los primeros trabajos de exploración del que fuera en ese entonces el cable más largo del mundo, comenzaron en 1912 para transportar carga entre ambos municipios. Su inauguración oficial se dio en enero de 1922.
El inmueble, construido en gran parte en bahareque de tabla, pasó a manos de la Universidad Nacional a través de la extinta empresa Ferrocarriles Nacionales. Y desde 1968 se convirtió en sede de maestros de la arquitectura y en estudiantes ávidos de sus conocimientos.
Asimismo, desde el 2014, El Cable hace parte del programa de Apropiación del Patrimonio Arquitectónico (APA), que lidera la Universidad Nacional, además de otros bienes de interés cultural de las sedes de Medellín, Bogotá y Palmira.
Con base en la Ley 1185 de 2008 y el decreto 763 de 2009, sobre la protección y salvaguardia del Patrimonio Cultural de la Nación, se plantea el diseño de un nuevo plan de mejora del inmueble ubicado sobre la Avenida Santander, como en años anteriores se han ejecutado.
Por Irina Julio Rossi