Agencia de Noticias UN- La propuesta, formulada por una egresada de la Universidad Nacional Sede Manizales, hizo parte del VI Foro de Gestión Cultural por las Regiones, celebrado en el campus La Nubia.

Diana Paola Díaz Criollo, egresada de Gestión Cultura y Comunicativa, planteó la propuesta, desarrollada en medio de la práctica que llevó a cabo en la Secretaría de Cultura de Caldas. Ella dejó claro, ante el público presente, la necesidad de enfocar todas las miradas hacia un eje que acapare la atención de programas culturales, más allá de las fronteras.

En su ponencia “Programa nacional de participación ciudadana, vigías del patrimonio cultural de Caldas”, propuso abrir un espacio de gestión para canalizar cooperación internacional que permita financiar la capacitación de los vigías caldenses. “Un vigía es quien observa el patrimonio; es testigo de lo que pasa con él”. En palabras del profesor Fabio Rincón Cardona, “no hay patrimonio si no existe una persona que lo vea así”.

Justamente, su investigación, en 25 de los 27 municipios caldenses, descubrió que los vigías presentan desconocimiento en la elaboración de proyectos, inventarios del patrimonio, creación de planes de negocio y financiación.

“No existe un nodo social en el departamento, por medio del cual se adelanten propuestas ante organizaciones internacionales para financiar los programas de vigías. Estos se deben fortalecer en varios aspectos”, indicó la exponente y gestora cultural.

Asimismo, dada la falta de iniciativas para promover programas de vigías, la joven expositora resaltó que el desconocimiento de las fuerzas legislativas que los apoyan, les quita valor; y recordó, a la vez, que se cuenta con el respaldo del Ministerio de Cultura y la Unesco (dentro del Patrimonio Cultural Cafetero).

Preservar la memoria

En la inspección realizada el año anterior, que incluyó 89 encuestas, se destaca que los vigías del departamento están en un rango etario de entre 16 y 66 años, poseen varios oficios y cargos en el sector cultural, así como emprendimiento turístico.

“En el caso concreto de Pensilvania, el grupo de vigías tiene el interés de hacer un video con las personas que pintan las chivas o buses escaleras. Ello permitiría que las nuevas generaciones logren conocerlas”, sostuvo la autora de la investigación.

En lo fundamental, la función del vigía es rescatar la memoria que guarda la sabiduría ancestral, así como el valor del patrimonio cultural mueble e inmueble.

Actualmente, una amplia información sobre el tema se encuentra en la página web de la Secretaría Cultural de Caldas. Aquella incluye material documental, fotografías y datos sobre programas de extensión como “La maleta viajera”. Este último refleja la importancia del programa de vigías, e incluye información relacionada con legislación del patrimonio material e inmaterial, fuentes de financiación para proyectos culturales y líneas de acción del programa.