Agencia de Noticias UN- Tanto el Estado como los sectores privado y público, la sociedad civil y la academia deben trabajar de manera coordinada para apostarle a una paz duradera.
En este tema insistió el estudiante de la especialización en Gestión Cultural con énfasis en Planeación Cultural de la U.N. Sede Manizales, Jorge Hernán Arbeláez Pareja, pues señala que en el país hace falta hacer una mayor pedagogía para la paz, entendida como la cantidad de información teórica y conceptual que se ha elaborado sobre este tema y que la comunidad desconoce.
Arbeláez ha sido docente de la U.N. y ha orientado conversatorios de la Fundación Gestión Social y Ambiental de Medellín, que impulsa el tema de pedagogía para la paz.
Por eso hace el llamado a las universidades para que avancen y promuevan procesos de investigación con el fin de determinar causas y consecuencias a una labor práctica con la sociedad civil, líderes comunitarios, la clase política y el sector público. De esta manera, combatir mitos y presunciones sobre el proceso de paz, por ejemplo, pensar que el Gobierno le está entregando el país a la guerrilla o que todo lo que se está construyendo en La Habana es oculto.
“Todavía hay enormes resistencias sobre los supuestos básicos de la solución pacífica del conflicto. Por eso, se tiene que hacer un trabajo en inversión social, porque no se trata de la desmovilización de 40 mil hombres armados, sino de la generación de oportunidades de empleo y de inserción social que eviten que ellos vuelvan a las armas”, explicó.
Este tipo de apuestas también permitirá que ellos puedan desarrollar actividades políticas con las reglas de la democracia, después de realizar, en la medida de las circunstancias, ajustes en materia de participación política y desarrollo agrario por parte del Gobierno Nacional, necesarios para avanzar hacia una sociedad más justa y equilibrada.
“Llegará un momento en el que hay que refrendar los acuerdos de La Habana, porque los actuales terminarán en un feliz término con todas las dificultades y escollos que se tienen”, manifestó el docente Arbeláez Pareja. En ese momento, agregó, la ciudadanía debe tener una información mínima que le permita aprobar o negar los acuerdos de paz, es decir, conocimiento de causa.
El Gobierno Nacional ha avanzado en materia de pedagogía para la paz con la creación de una cátedra obligatoria para todas las instituciones de educación pública y privada del país. Adicionalmente, ha aportado en la elaboración de materiales y contenidos a través de la oficina del Alto Comisionado para la Paz.
A ello se suman los seminarios y foros en distintas zonas del país alusivos a este tema de tanta relevancia para toda la población. “Hasta ahora, el esfuerzo del Gobierno ha estado enfocado principalmente en los gobernantes de las entidades territoriales, en especial en aquellas zonas que han sido tradicionalmente de conflicto (Antioquia, Nariño, Caquetá y Meta). Muchos de estos sitios serán receptores de desmovilizados, además hay un número significativo de víctimas con las que se debe realizar un proceso de reparación”, explicó Jorge Hernán Arbeláez.
Por otro lado, se requiere el concurso del sector privado en este proceso porque es una de las principales fuentes de empleo del país y además contribuyen a una mejora social.
Otra de las garantías para la conciliación o una paz duradera es la generación de unas mínimas condiciones de calidad de vida, y el sector privado puede aportar en esto con la generación de proyectos de desarrollo económico agroindustriales para acoger a este tipo de población.
“Los empresarios son muy importantes porque generan opinión pública comprensiva y amiga del proceso de paz colombiano. Sus conocimientos serán de gran apoyo para la consolidación del posacuerdo y, sobre todo, de los procesos de reinserción”, concluyó.