Agencia de Noticias UN- La herramienta es portátil y a través de 14 electrodos (ubicados en el cuero cabelludo) envía señales de electroencefalogramas (EEG) a través de bluetooth.
“De esta manera, se pueden observar los comportamientos y patrones de los ritmos cerebrales de una persona mientras realiza actividades determinadas, sin necesidad de utilizar complejos y costosos sistemas de adquisición”, explica Juana Valeria Hurtado Rincón, estudiante de Maestría en Automatización Industrial de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Manizales.
Según sus creadores, del grupo de investigación Procesamiento Digital de Señales y Reconocimiento de Patrones de la U.N. Sede Manizales, estudiar la dinámica cerebral ha sido de gran interés en la comunidad investigativa en los últimos años.
Por ejemplo, mediante el monitoreo de los ritmos cerebrales se puede obtener información que da soporte a la clasificación de estados cognitivos, como relajación, sueño y concentración; además realizar todo esto con una herramienta portable y de bajo costo genera múltiples ventajas para la detección de actividad cerebral”, aseguran.
Esta aplicación ha sido utilizada como soporte en el tratamiento de niños con trastorno de déficit de atención e hiperactividad, así determinaron los índices de concentración a partir de la energía en las bandas de frecuencia medidas. Estos hallazgos son de gran ayuda para su futuro tratamiento y recuperación.
El propósito del desarrollo es construir un código base, gratuito, libre y abierto a la comunidad. Este permite a los usuarios la extracción de ritmos cerebrales, graficarlos y almacenarlos junto con las señales de electroencefalografía.
La interfaz gráfica de este sistema desarrollado dentro del grupo de investigación Procesamiento Digital de Señales y Reconocimiento de Patrones de la U.N. Sede Manizales, presenta los cambios instantáneos de energía en los intervalos de frecuencia así como su evolución en el tiempo.
Como trabajo futuro se espera agregar más características que se puedan extractar de las señales eléctricas producidas en el cerebro en tiempo real, para poder determinar con más evidencia científica, las intenciones o estados de una persona en el desarrollo de su actividad normal.
Según el intervalo de frecuencia, los ritmos cerebrales se pueden clasificar de varias formas, a saber: Ritmos Beta, Ritmos Alfa, Ritmos Theta y Ritmos Delta.
Ritmos Beta: se producen cuando el cerebro está despierto e implicado en actividades mentales. Son ondas amplias y las de mayor velocidad de transmisión de las cuatro. Su frecuencia oscila entre 14 y 30 Hz y representa actividad cerebral intensa. Ejemplo de ello, es cuando una persona está dando un discurso, al estudiar o resolver un problema matemático.
Ritmos Alfa: representan un estado de escasa actividad cerebral y relajación. Estas ondas son más lentas y de mayor amplitud que las beta. Su rango de frecuencia está entre 8 y 14 Hz y se da cuando una persona descansa, está dando un paseo o disfrutado del paisaje.
Ritmos Theta: su rango de frecuencia es entre 4 y 8 Hz. Representan estados de calma profunda. Algunos estudios sugieren que los microsueños están relacionados con este tipo de ritmos. Se dice que es un estado de inspiración de ideas y soluciones creativas. Ejemplo, cuando una persona realiza tareas que se han automatizado.
“Los ritmos Delta son las ondas de mayor amplitud y manejan baja frecuencia, rango entre 1,5 y 4 Hz. Estos ritmos nunca llegan a cero, pues eso significaría la muerte cerebral. Representan estado de ‘sueño profundo’. El ciclo del sueño está caracterizado por señales eléctricas cerebrales que pasan sucesivamente de beta a alfa, theta y finalmente, delta”, señala la estudiante.