El estudiante de Administración de Empresas de la Universidad Nacional Sede Manizales, Juan Camilo Cortés Falla, ha ayudado a cerca de 100 personas, en su gran mayoría universitarios, para que dejen el tabaquismo.

“Cuando me volví adicto al cigarrillo no solo se notaban cambios en mi salud y apariencia física, sino que también la gente me excluía por el hecho de estar impregnado de esta sustancia. Fumaba cerca de dos paquetes diarios hasta que un día tomé conciencia y decidí parar”, relató.

Juan Camilo Cortés aseguró que cuando la gente empieza a fumar no le presta atención a las consecuencias que esto puede traer para su salud y por eso les recuerda a sus compañeros de la Universidad Nacional de Colombia Sede Manizales que este vicio es perjudicial y causa miles de muertes al año en Colombia y en el resto del mundo.

Con base en su experiencia, él empezó a aplicar la herramienta tecnológica que le ayudó a dejar el tabaquismo con sus compañeros de clase y personas más cercanas, que al igual que él, tenían la misma costumbre de fumar de forma exagerada y a cualquier hora.

Para ayudar a las personas, él utiliza a diario dispositivos de vapeo, vaporizadores o cigarrillos electrónicos, como se conocen en el mercado. En su casa tiene cerca de 24 equipos electrónicos que ha venido comprando desde hace dos años y que le han servido para afianzar más sus conocimientos en esta técnica, para posteriormente ponerla en práctica.

“El vapeo como herramienta para abandonar el tabaquismo llega a ser muy efectiva, debido a que ayuda al cuerpo tanto en la parte fisiológica como en la parte psicológica, y cuida nuestra salud oral, ya que el proceso de este es por medio de la evaporación y no a través de la combustión que se hace con un cigarrillo tradicional”, comentó el estudiante.

Agregó que la forma en que el olor cambia y se experimentan sabores y olores con los distintos líquidos o e-Juice, como son conocidos en el vapeo, hace de esto una experiencia mucho más saludable que la que se tiene con un cigarrillo tradicional.

El dispositivo de vapeo o vapeador consta de un proceso de evaporación de líquidos o e-Juice, por medio de una resistencia que se calienta y es llevada a temperaturas altas. En su interior cuenta con un algodón orgánico que se empapa de líquido; al ser calentado se evapora y, en ese estado, ingresa al organismo.

Estos e-Juice están compuestos por glicerina vegetal en grado USP (apto para el consumo humano), y por propilenglicol, los cuales son utilizados en alimentos, cosméticos, cremas y salsas, entre otros.

Tales líquidos (aromas) son comercializados por el estudiante a través de su empresa Corona Brothers Colombia. En cuanto a los vaporizadores, su tarea es recomendar los más adecuados para cada caso de fumador, con base en la experiencia que él tiene y la evaluación que ha hecho de los mismos.

“De igual manera, se habla de fumadores pasivos cuya exposición al humo resulta peor que consumir directamente el cigarrillo. Ahora, con el vapeo, esto desaparece y se cuida al consumidor y las personas que lo rodean, pues el vapor es inocuo”, concluyó Juan Camilo Cortés Falla.

Según el estudiante, los precios de los vaporizadores oscilan entre 100 mil pesos y 200 mil pesos, y dependen de la capacidad de duración de la batería.

Esta herramienta la complementa con charlas personalizadas para que se tome conciencia sobre este tema.