Estas organizaciones deben apuntar a fortalecer sus políticas a partir del diseño e implementación de un moderno sistema que en primer lugar replantea conceptos como plataforma estratégica.
Ese es el propósito de una investigación que busca, a partir de nuevas estrategias, que estos centros culturales manejados desde el Instituto de Cultura de Manizales, afiancen su proyección en la comunidad, se revitalicen como organizaciones y mejoren la capacidad de gestión.
Para ello, como lo describió María Isabel Ramírez, en el marco de su proyecto elaborado en la especialización de Gestión Cultural de la U.N. Sede Manizales, conceptos como el de plataforma estratégica ya no existe. “Hoy día estamos hablando de un modelo de gestión y eso implica el diseño de nuevos objetivos, de la visión, misión y áreas de trabajo”, anotó la investigadora.
La investigación, que aún está en la fase de elaboración del arte, es decir, recopilando antecedentes de casos similares, está proyectada para implementar un método conocido como la Explicación Situacional, herramienta moderna para la planificación estratégica de políticas públicas.
“Ese modelo está concebido especialmente para los problemas públicos y es aplicable a cualquier organismo, programa o institución, cuyo centro de juego no es el mercado, sino que tiene como objetivo la ciudadanía y el bien común. En tal sentido, el criterio de eficiencia se traslada hacia lo social, lo económico y lo político”, indicó Ramírez.
La Planificación Estratégica Situacional se basa en un análisis en el cual intervienen todos los actores sociales, concentrándose en problemas actuales o potenciales, y no en sectores o materias.
Falta más arte
La autora de la propuesta recordó que las casas de la cultura surgieron como un programa social de atención al joven en condición de vulnerabilidad por las drogas o violencia, pero no desde las áreas del arte.
“Desde la promoción y prevención en población vulnerable, pasa por enfatizar en la atención nutricional y ocupación del tiempo libre con prioridad en los niños, e incluso, por el sector productivo al querer funcionar en algún momento como unidades productivas. Finalmente, logra posicionarse a nivel local como un programa cultural atendiendo a todos los grupos poblacionales”, acotó la gestora cultural.
Por ello, como se hace énfasis en el estudio, estas organizaciones a pesar de su relevante importancia como eje de desarrollo local, debido a su origen no desde la temática a la que pertenece (cultural), sino atendiendo a otras necesidades dentro de lo social, no ha tenido un pertinente direccionamiento estratégico que política, institucional y metodológicamente, la posicione dentro de la administración municipal y entre las comunidades, para que le sea asignado el presupuesto que merece y necesita, señala la investigadora.
Estas casas de cultura, que se encuentran ubicadas en diez barrios y tres veredas de Manizales, trabajan en seis áreas, entre ellas, apoyo a la creación artística, comunicaciones, proyección y formación humana y social.
Asimismo, a la par, el proyecto contempla la realización de un documental audiovisual que sirva como registro de las actividades que adelantan estas dependencias culturales.