La falta de recursos económicos y un mayor vínculo entre quienes toman las decisiones y aquellos que las ejecutan encabezan la lista del diagnóstico realizado en el Primer Foro Regional de Cultura, celebrado recientemente en Manizales.

Las relatorías, socializadas ante los actores, agentes y autoridades del Eje Cafetero, luego del evento desarrollado en la Secretaría de Cultura de Caldas, hacen parte del insumo que servirá para tomar decisiones encaminadas a mejorar las fortalezas y debilidades.

Así lo detalló la profesora Sandra Velásquez, al recordar que justamente en el foro se aplicó una metodología diseñada por colegas y egresados del programa Gestión Cultural y Comunicativa de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Manizales, que sirvió para recopilar la información que ya está en manos de los involucrados en el sector cultural.

“Las relatorías recopilan las propuestas que se ventilaron en las diferentes mesas de trabajo divididas en música, danza, artes escénicas, literatura, artes plásticas, cinematografía y bibliotecas. También, lo discutido en las mesas territoriales, donde participaron los secretarios de los departamentos y las capitales del Eje Cafetero, así como los participantes de las subregiones de Caldas”, indicó la profesora Velásquez.

Las relatorías esbozan, por ejemplo, que en el sector de las artes escénicas las obras no circulan, existen circos y títeres sin formación, también aquellos que no cuentan con infraestructura, ni hacen investigación e innovación. En danzas no hay sinergia ni articulación entre actores y prevalece lo empírico.

“En forma general se perciben las mismas falencias o debilidades. En el caso concreto de la formación, exigen más la presencia de la Universidad para acompañar los procesos y la profesionalización”, precisó Tatiana Grisales, coordinadora de la Línea de Gestión Cultural del Consultorio Administrativo, dependencia del programa de Administración de Empresas que diseñó la metodología y posteriormente las relatorías.

En literatura y música

En el sector musical se advirtió la ausencia de un Plan de Música Departamental, de formación coral y en géneros tradicionales. Igualmente, se habló de la necesidad de contar con recursos de una estampilla procultura.

Asimismo, dentro de las debilidades en el campo literario, los actores coincidieron en la falta de valoración y reconocimiento a creaciones de escritores regionales, en la invisbilidad de las bibliotecas, así como en la ausencia de periodistas culturales y el poco o nulo apoyo para editar.

“Este sector hizo énfasis en la necesidad de tener políticas editoriales para poder mostrar lo que hacen. También, visibilizaron la falta que hacen las imprentas”, manifestó la profesora Velásquez.

La metodología utilizada, que al final mostró la serie de resultados, se basó en una fase conocida como termómetro, donde los participantes definieron los niveles de cada sector, seguido por un diagnóstico donde describieron las debilidades y fortalezas, para terminar con una etapa de Propongamos, con el fin de elegir una debilidad para mejorarla.