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Pintan recorrido de los quimbaya kumba por el nevado del Ruiz

quimbaya  Para llegar hasta Riosucio (Caldas) y desplegarse por el resto de la geografía del Eje Cafetero y Valle del Cauca, esta etnia desafió los 5.311 metros del imponente nevado del Ruiz, al que denominaron Kumandai (nariz humeante).

 

Ese acontecimiento histórico sirvió de inspiración a un grupo de estudiantes, con la tutoría del maestro Guillermo Rendón, en medio de la Cátedra Samoga de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Manizales, elaboraron varios trabajos con lápiz de colores, siguiendo una línea artística que pretende rendirle reconocimiento a este grupo indígena.

La serie, compuesta por 22 obras pictóricas, sirvió para armar la secuencia del camino que llevó a los primeros miembros de la comunidad quimbaya kumba hasta el territorio que habitaron en la época precolombina.

“Este es el resultado final de una investigación artística que recopila la cultura ancestral de los quimbayas kumbas a partir de los orígenes de su llegada hasta su asentamiento en el territorio caldense, en sí es una representación del acontecimiento desde la interpretación de cada autor”, indicó el maestro Rendón.

La presentación de la exposición “Quimbayas kumbas, paso del Kumandai” describe la senda recorrida por los primeros sabios en su viaje milenario cuando atravesaron las nieves del fuego en el volcán, conducidos por la gran serpiente y orientados hasta llegar a Riosucio, donde fijaron su hábitat, creciendo en población y consolidando su cultura ancestral.

Al recurrir a esa memoria histórica, tal como lo describe el profesor Rendón, los estudiantes se dieron a la tarea de plasmar en cartulina todo el conocimiento dado, ayudados de la psicología del color aplicado a las artes.

De ahí que las obras reflejen, como la de Sergio Flórez, rostros que reafirman lo ancestral, o la obra colorida de Paola Cardona, que representa la erupción del Kumandai.

“Cada uno tuvo una libertad creativa, sometida a un proceso artístico que conserva una unidad representativa del arte a través del diseño”, anotó el catedrático.

Asimismo, con esta muestra se quiere dar a los futuros profesionales de la U.N. la posibilidad de hacer, a través del diseño, una aproximación consciente al objeto, relacionándolo con la física y la psicología del color, y con ellos a la activación y desarrollo de sus talentos.

El trabajo también tiene relación con la obra expuesta en el semestre pasado, cuando otro grupo de estudiantes según la técnica de la acuarela retrató los rostros de la misma etnia.

La continuación del trabajo investigativo permite la exploración de este grupo indígena, que pudo haber desaparecido hacia el año 1.700, a través de varios matices, entre ellos, su fisionomía, expresiones, herramientas de trabajo, trayecto y asentamiento.

La exposición, que se extenderá hasta el 20 de septiembre en la torre de Estancias del bloque D del campus Palogrande, incluye dos afiches aportados por el Banco de la República, representativos de un kurikamayo sentado y poporos con figuras femeninas en relieve, así como una cerámica arqueológica quimbaya, del Instituto Bókkota.

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