A partir de los interrogantes “¿cómo se gestiona y evalúa el conocimiento?” y “¿qué ayudaría a mejorar la competitividad?” surgió la idea de implementar un modelo de evaluación de la Gestión del Conocimiento (GC) para las pymes que desarrollan software.
“Este trabajo lo realizamos entre el 2013 y 2014”, indicó Carlos Eduardo Marulanda Echeverry, profesor e integrante del grupo Innovación y Desarrollo Tecnológico (IDT) de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Manizales.
El modelo, presentado como tesis de Doctorado en Ingeniería - Industria y Organizaciones, se sustentó en 110 empresas del sector, ubicadas en Caldas, Risaralda y Quindío. A través de cuestionarios, fueron evaluadas sus prácticas en materia de cultura, tecnología, competencias, experiencia, aprendizaje, objetivos, procesos, entre otras.
Al no contar con un modelo de Gestión del Conocimiento, este tipo de organizaciones dejan de transmitir la información necesaria, a sus empleados, para generar las competencias al interior. Posteriormente, esta falta se ve reflejada en la proyección dentro de un mercado abierto y competitivo, donde sobresalen nuevos empresarios, productos y servicios.
Entre los resultados hallados, sobresale que la GC surge de la intervención individual y grupal, así como de la combinación de lo técnico y tecnológico, sustentada en la cultura organizacional, la estructura, las personas, las rutinas de trabajo, el conocimiento explícito, las redes, etc.
“Falta crear un sistema de incentivos para que los trabajadores se motiven y sean recompensados al compartir los conocimientos. En algunas empresas, muchas personas suelen guardarse lo que saben, creyendo que eso servirá para su permanencia en el puesto”, anotó el profesor.
Asimismo, el autor del estudio precisó que actualmente implementan elementos organizacionales para la Gestión de Conocimiento, pero desde la definición de políticas, planes, programas y proyectos específicos relacionados con la declaración de la misión y visión.
“Aunque se está apoyando el desarrollo de competencias para la GC, esto no se ve reflejado en las demás categorías de análisis, ya que muestra que aún está en términos de concepto teórico y que no se ha llevado a la práctica su desarrollo para atender las necesidades de las pymes del sector”, detalló el candidato a doctorado.
Construcción de un modelo
Después de adelantar el trabajo, en el que contempló el análisis del estado del arte, buscó en el campo de la literatura e interpretó que el conocimiento se puede adquirir de forma racional, empírica o a través de la lógica -para algunos autores como el antropólogo inglés Herbert Spencer es colectivo, en tanto que para el japonés Ikujiro Nonaka es sistémico. A partir de este estudio surgió un modelo de evaluación.
Según el profesor, el modelo se fundamenta en un concepto de integralidad, que trata de considerar los procesos más importantes de una pyme de desarrollo de software e igualmente contempla los aspectos relacionados con la GC desde la gestión por procesos, la infraestructura, el uso intensivo del conocimiento y las comunidades de práctica.
“Los resultados de la validación mostraron la construcción del modelo para una cultura única e individual, es decir, en este caso, para las pyme que desarrollan software”, anunció el profesor Marulanda.
Este sector, en el ámbito nacional, reportó en 2015 ventas por el orden de los 7.5 billones de pesos. De ahí, la importancia de generar GC para expandirse en el mercado.