Si los productores y comercializadores de frutas en Colombia aspiran a posicionarse en el mercado del Viejo Continente, deben mejorar el sabor y el olor de sus productos, y, en particular, disminuir la acidez.
El experto en biofísica ambiental, Francisco Javier Fonseca, representante de la empresa española Akis, dedicada a la transferencia tecnológica a empresas agroalimentarias, anotó que “Algo debe estar pasando en el proceso industrial de las pulpas de frutas porque, al llegar a Europa, no contienen ese sabor y olor que emana la fruta natural cuando la partimos para consumirla”.
En cuanto a la acidez, el experto acotó que, en general, en el mercado europeo el consumidor prefiere frutas como el durazno, la manzana y la pera, con sabores más neutrales.
“El europeo, y específicamente el español, no consume mucha azúcar, por ende, cuando utiliza estas frutas ácidas para jugos, se ve obligado a endulzarlos más de lo debido”, detalló Fonseca.
Una de las medidas para revertir la acidez presente en la mora, el maracuyá y el lulo podría desarrollarse genéticamente, al injertar una fruta con otra, por ejemplo maracuyá con gulupa (fruta exótica que en el 2013 reportó en el país 3.000 toneladas exportadas), para obtener un sabor más neutro.
Al respecto, el profesor Carlos Eduardo Orrego Alzate, director del Instituto de Biotecnología y Agroindustria (IBA) de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Manizales, sostuvo que en una feria celebrada en Valencia y Cataluña (España), los consumidores rechazaron las barras de maracuyá que les dieron de muestra.
“Hicimos ese ejercicio para conocer los gustos, o qué tanto aceptaban el producto, y notamos que no era del agrado de los consumidores españoles. Ese indicador nos sirvió para incentivarnos a mejorar nuestros suelos (que son ácidos y volcánicos) y el producto en sí, por los transformadores o las industrias que compran el fruto”. Así lo aseguró el docente, líder del proyecto “Modelo de plataforma de aprovechamiento integral, adición de valor y competitividad de frutales comerciales andinos”.
Otro de los objetivos para conquistar el mercado extranjero se relaciona con los cultivos inocuos o exentos de químicos, debido a que en el próximo año los herbicidas serán prohibidos en Europa. En tal sentido, Italia es uno de los pioneros en erradicarlos.
“De los 40 productores que forman parte del proyecto de la plataforma, 35 todavía utilizan químicos, mientras que el resto comenzaron el proceso orgánico. Además, uno de nuestros transformadores, Frugy, cuenta con certificación de Ecocert, entidad que avaló su proceso de modelo basado en agricultura limpia”, relató el director del IBA.
Colombia es el tercer país de América Latina con mayor número de hectáreas destinadas a la producción de frutas, con una participación del 10,5 %, mientras que el 85 % de la producción agrícola en el país proviene de pequeños productores.