Noticias

En Manizales funciona único punto para monitorear los COP

COP  El equipo tecnológico coordinado por la agencia Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá (ECCC por sus siglas en inglés) inspecciona los compuestos orgánicos persistentes (COP) prohibidos en el Convenio de Estocolmo. Las tareas se adelantan en la reserva ecológica Río Blanco de Manizales.

En la lista de COP más nocivos aparecen sustancias como las Dioxinas y otras conocidas como Aldrina, Clordano, Dieldrin, DDT, Bifenilos, Endrina, Furanos, Heptacloro, Toxafeno, Hexaclorobenceno y Mirex, la mayoría de las cuales son insecticidas empleados en los cultivos, y otros se usan en la fabricación de llantas, plásticos y transformadores eléctricos, entre otros.

Las altas concentraciones de dioxina podrían afectar a las personas provocando lesiones en la piel como acné o manchas oscuras, además de alteraciones hepáticas y del sistema endocrino.

A estos compuestos de persistencia ambiental que registran capacidad para acumularse en la cadena alimenticia también se les denomina transfronterizos por su facilidad de viajar por el aire de una región a otra.

En Colombia, donde el Convenio de Estocolmo fue aprobado mediante la Ley 1196 de 2008, el monitoreo comenzó desde 2011 en la reserva ecológica Río Blanco, ubicada a tres kilómetros de Manizales. Con participación del Grupo de Investigación en Ingeniería Hidráulica y Ambiental de la Universidad Nacional (U.N.) Sede Manizales, se controlan las muestras obtenidas a través de una campana, donde se ubica un PUF o espuma de poliuretano que adsorbe gases y partículas presentes en el aire.

La investigadora Jasmin Shuster, de la ECCC, visitó la U.N. Sede Manizales con el objetivo de revisar el punto de monitoreo e intercambiar experiencias con los investigadores del Grupo de Trabajo Académico en Hidráulica y Ambiental.

Esta visita formó parte de un proyecto de movilidad financiado por Colciencias mediante la “Convocatoria para el apoyo a proyectos con Norteamérica 2014”, en desarrollo del cual investigadores de la U.N. Sede Manizales también viajaron a Canadá. Por medio de estas relaciones se genera apoyo técnico para el manejo y la disposición de equipos pasivos como el PUF.

En las primeras muestras del monitoreo pasivo –las cuales son enviadas a Canadá al finalizar cada año– los PUF son guardados en frascos sellados herméticamente para evitar la contaminación. En estos se observa baja presencia de Dioxinas, como se espera de una reserva natural donde no hay fuentes directas de estos contaminantes.

Al respecto, Beatriz Aristizábal Zuluaga, profesora de Ingeniería Química y quien está al frente del proceso en Manizales, detalla que la importancia de este monitoreo radica en mantener información de largo plazo para evaluar la evolución y el transporte de estos contaminantes.

La investigadora Shuster acota que el objetivo de la red de monitoreo global es inspeccionar escenarios urbanos, rurales, de agricultura y lugares remotos. “En países como Francia o Brasil el monitoreo se hace en sectores urbanos o agrícolas con mayor concentración de estos compuestos”.

“La importancia de este monitoreo mundial radica en saber y apoyar a los países para que cumplan con las acciones a las que se comprometieron para erradicar estos COP y sus posibles efectos”, manifiesta la profesora Aristizábal.

En Latinoamérica existen 10 puntos de monitoreo de la red –financiada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente– ubicados en Colombia, Perú, Chile, Brasil, Argentina, México, Cuba, Costa Rica, Bolivia, Antigua y Barbuda. Las matrices de medición varían e incluyen el agua, la sangre humana y la leche materna.

Cargando Agencia de Noticias UN