En procesos como el posconflicto que vendría en Colombia, la musicoterapia se convertiría en un método para establecer la armonía consigo mismo y con los otros, especialmente en poblaciones desplazadas y reinsertadas.

En ese sentido se refirió a esta disciplina el profesor Carlos Yáñez del programa de Gestión Cultural y Comunicativa de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Manizales después de anotar que, en términos fisiológicos, la musicoterapia propicia beneficios que promueven la comunicación, la expresión individual y la integración social.

Así mismo, la terapia a partir de la música trae intrínseco un lenguaje simbólico que permite abordar los problemas y las discapacidades desde una perspectiva neurológica y funcional.

A nivel sensorial, explica el docente, la capacidad de respuesta aumenta ante estímulos producidos por la música: en lo cognitivo, los beneficios giran en torno a la memoria, imaginación y memoria; en lo motriz, activa la movilidad y el equilibrio; y en lo social-emocional, se le atribuyen mejoras en la expresión, el autoconocimiento y la forma de relacionarse.

Docentes de la Universidad de Barcelona y de la U.N., entre ellos el profesor Yáñez, se encargarán de la investigación. “Dictaremos cuatro talleres enfocados en la metodología, la composición, los instrumentos y la danzoterapia”, anunció.

La alianza entre las dos universidades también contempla implementar procesos investigativos en torno a la musicoterapia aplicada en sectores sociales, educativos y de salud, entre otros.

El primero de los módulos que se dictará en forma de diplomado incluye las bases para la musicoterapia; el segundo, la formación instrumental y las pedagogías para la musicoterapia; el tercero, los modelos interdisciplinarios, y el último se centra en la construcción de proyectos de investigación.

“Cada persona formulará un proyecto al final del diplomado que está diseñado según el modelo de la Confederación Europea de Musicoterapia”, acotó el profesor.

Precisamente dicha Confederación fue fundada en 1991 para generar el intercambio entre terapeutas de música de ese continente, que se estiman en una cifra cercana a los 435 mil, en representación de 28 países.

Los orígenes de la musicoterapia se remontan a principios del siglo XX y a esta se le relaciona con el suizo Emile Jacques Dalcroze.

El diplomado presencial está proyectado para 20 personas, empieza en noviembre y se extiende hasta diciembre. En total son 115 horas de formación y pueden acceder todas las personas que tienen que ver con los ámbitos social, educativo, musical y de la salud.

Las clases tendrán carácter teórico-práctico con participación en dinámicas de grupo, juegos de rol y resolución de casos.