El diseño del prototipo es similar al modelo de las bandas transportadoras convencionales, pero se le adaptó una cámara para detectar las tapas de envases plásticos según su color.

La tecnología aplicada sobre la banda industrial elaborada en caucho y con un sistema de rodamiento a ocho milímetros, está sujeta a una cámara de dos megapíxeles ubicada en el extremo, hacia donde se dirigen las tapas por efectos de tensión y fricción de la plataforma.

“Este prototipo pretende facilitar el trabajo que realiza manualmente el personal del albergue El Buen Samaritano, obra con la que financian gran parte del alojamiento y apoyo económico de la población de escasos recursos que llega a Manizales a hacerse tratamientos médicos”, apuntaron los estudiantes.

Con la ayuda de un software, las tapas se clasifican según el color en lotes diferentes, tal como lo describieron los estudiantes Yoannys Hernández Pérez, Yeison David Quintero y John Franklin López, de los programas de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Manizales.

En ese proceso, la aplicación envía una señal continúa y a través de un brazo robótico o sistema de palancas y se hace la clasificación. “Por ejemplo, las tapas azules son direccionadas hacia la derecha y las rojas hacia otro extremo de manera automatizada”, explicaron los universitarios.

La banda, que es capaz de soportar 15 kilos, también gira con ayuda de un motor alimentado con nueve voltios desde una fuente de tensión.

Así mismo, los creativos aseguraron que el dispositivo trabaja un metro por minuto, pero se podría acelerar dependiendo del motor; además, con un sensor inductivo, tendría la capacidad de clasificar objetos metálicos.

Los autores de la propuesta acotaron que el albergue para el cual fue diseñado el prototipo dispone de varios puntos de recolección en la ciudad para reunir las tapas; después se lleva a cabo el proceso de separación y clasificación de acuerdo con el color y la textura de cada una.

Las tapas que se recolectan y separan se venden a la empresa Solocauchos, dedicada al diseño, el desarrollo y la producción de piezas en caucho y plásticos para el sector industrial. Parte de esa materia la adquieren a partir de la recirculación de las tapas, entre otros productos.

“En el Albergue no pueden vender las tapas revueltas, por eso el trabajo de separación de las voluntarias se facilitaría con la banda industrial, de la que pronto se diseñará a un prototipo más grande, que separará más tapas en menos tiempo”, anotó el estudiante Hernández.

Ese modelo fue presentado en la muestra final de la asignatura de Gestión de Proyectos, en la que, tal como lo explicó el profesor José Fernando Correa Meza, los estudiantes a través de simulaciones y prototipos buscan soluciones a planteamientos de problemas reales, respaldados por la tecnología, la innovación y el emprendimiento.