En su visita a la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Manizales, como invitado especial a la Cátedra de la Paz, el jefe de las negociaciones en La Habana destacó el trabajo adelantado por esta Institución durante el proceso para ponerle fin al conflicto.
MANIZALES, 21 de febrero de 2017 — Agencia de Noticias UN–
De la Calle calificó de estupenda la labor adelantada por el grupo de estudio de la U.N. –encabezado por el docente Alejo Vargas– durante la escogencia de los 60 representantes de las víctimas que viajaron a La Habana para participar en este proceso.
“En Colombia existen ocho millones de víctimas, de las cuales solo escogimos 60. Esta es una tarea dramática, pero con el ánimo de evitar cualquier sospecha encargamos a la U.N. y a Naciones Unidas, bajo la auditoría de la Iglesia católica, lo que permitió tener un marco completo de todas las fuentes de victimización en Colombia”, recordó el exministro.
El invitado a la U.N. Sede Manizales, quien fue docente de Derecho Constitucional, Derecho Comercial e Instituciones en esta Institución entre 1969 y 1970, insistió en que Colombia afronta hoy el acuerdo como una oportunidad y no como un conjunto de normas con las que se busca tener una sociedad capaz de vivir y convivir con el otro.
Para el negociador de paz, el primer reto que tiene el país es tener respeto por lo pactado, porque Colombia no firmó un acuerdo para hacerle trampa. “No se puede engañar a una guerrilla después de desarmarla”, observó.
Desafío político
“La irrupción de las Farc como partido político sin armas va a significar un desafío, una política ideológicamente más aguda y dura. Sin duda, un reto para los partidos tradicionales, porque no van a bastar el clientelismo, los contratos ni los nombramientos. Su presencia, respetando siempre las leyes e ideas ajenas, dará un vuelco ideológico a la política”, enfatizó.
Destacó que después de 52 años de conflicto las Farc ingresarán o se reincorporarán a las zonas de normalización, y además vio con buenos ojos que este grupo haya reiterado el compromiso de dejar las armas en 180 días.
Invitó a que en Colombia se conforme una coalición ciudadana, no solo de partidos políticos sino de la ciudadanía independiente que se movilice para efectos de garantizar la continuidad de lo que se pactó, más que de corregir unos acuerdos, como lo señaló el Centro Democrático.
Media realidad
Otro de los retos del país tiene que ver con la inequidad, porque los ciudadanos no pueden seguir siendo insensibles frente a lo que pasa en el país. Es precisamente el punto número uno de lo pactado en La Habana y consiste en recuperar la dignidad de los campesinos para ponerlos en una situación equivalente con el desarrollo de las masas urbanas que en la última década han venido incorporando 11 millones de colombianos a la clase media.
“No se trata solo de aceptar las diferencias, sino también de aceptar responsabilidades. No podemos tener miopía selectiva o ver media realidad porque hay muchos responsables en un conflicto de más de 50 años con miles de víctimas. Por eso se deben condenar todas las formas de violencia, incluyendo la que usan para hacer política“, recalcó.
Humberto de la Calle también indicó que el sistema tributario actual no funciona porque no está cambiando los índices de inequidad, debido a que las condiciones de los más pobres siguen iguales. Además, que el esfuerzo tributario se queda en la corrupción o en la burocracia.
De otro lado, la U.N. Sede Manizales, en cabeza de su vicerrector Germán Albeiro Castaño Duque, condecoró al doctor De la Calle Lombana por su labor no solo como negociador de paz sino también como docente de la U.N.
“Para nuestra Institución es motivo de inmenso orgullo la visita que hoy hace a nuestra Sede para incentivar a la comunidad universitaria en la búsqueda de la construcción del país que todos queremos”, finalizó el profesor Castaño Duque.