En esta ciudad, las estrategias de gestión del riesgo frente a desastres naturales que lideran la administración municipal y la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Manizales no se circunscriben solo a las obras, sino también a generar conocimiento en las comunidades para reducir impactos y pérdidas.

MANIZALES, 01 de marzo de 2017 — Agencia de Noticias UN–

Así lo indicó Juan David Arango Gartner, ingeniero civil de la U.N. Sede Manizales y director de la Corporación Autónoma Regional de Caldas (Corpocaldas) durante la cuarta sesión de la Cátedra Sesquicentenario, en la que se abordó el tema de gestión del riesgo.

El funcionario precisó que en Manizales cerca de 6.000 viviendas inventariadas se localizan en zonas en las que existe alguna condición de riesgo.

En tal sentido, sostuvo que es necesario invertir cerca de 10 mil millones de pesos para estabilizar dichas zonas, atenderlas y proteger a sus comunidades, afectadas principalmente por deslizamientos e inundaciones.

El ingeniero Arango también recordó que desde 1970 en la capital de Caldas se han llevado a cabo cerca de 1.000 obras de estabilización de terrenos.

Jairo Alfredo López Baena, director de la Unidad de Gestión del Riego de la Alcaldía, aseveró que en la actualidad Manizales es más vulnerable en cuanto a precipitación de lluvias que desencadenan en deslizamientos. Otros riesgos son las inundaciones de las cuencas y microcuencas, que se pueden convertir en avalanchas.

Prioridad en el posconflicto

En desarrollo de la Cátedra Sesquicentenario, el profesor Omar Darío Cardona, por su parte, fue enfático en señalar que “la gestión del riesgo en un proceso de posconflicto debería ser un elemento fundamental y prioritario, porque las personas más pobres, con mayores desventajas en términos sociales, económicos, e incluso ambientales, son las más afectadas por los fenómenos naturales”.

Al respecto, el director del Instituto de Estudios Ambientales (IDEA) de la U.N. sede Manizales, Freddy Leonardo Franco Idárraga precisó que en la Institución “generamos conocimiento cuando realizamos investigación geotécnica para estimar amenazas; hacemos estudios de vulnerabilidad, y además aportamos a la construcción del Sistema de Información Geográfica para la Gestión del Riesgo”.

Los monitores hidroclimatológicos, sísmicos, de humedad del suelo y de la calidad del aire son algunos de los principales aportes de la U.N. Sede Manizales a esta región, para reducir el riesgo.

Sobre la tarea que cumple la U.N. en gestión del riesgo en Manizales, el profesor Cardona indicó que la Institución entiende la gestión del riesgo como una estrategia de desarrollo, es decir que plantea soluciones de sostenibilidad y mejoramiento de la calidad de vida de las personas.

El docente recordó que “vivimos en una zona de amenazas naturales como deslizamientos, inundaciones, volcanes y terremotos, fenómenos que se convierten en determinantes del desarrollo de la ciudad”.

En tal sentido, consideró que mitigar el riesgo o tratar de evitar pérdidas económicas y sociales es una tarea difícil, por lo cual debe existir un trabajo interdisciplinario y articulado de las autoridades para pensar en la seguridad de las comunidades.