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Generar inclusión y profundizar en equidad son dos retos a los que las universidades deben seguir apostando para fortalecer la educación en el país.

Así lo expresó el docente de la Universidad Nacional Sede Manizales, Javier Orlando Lozano Escobar, coordinador de la Cátedra José Félix Patino que se realiza semanalmente en la capital de Caldas, quien busca que los estudiantes se imaginen cómo será la academia en los próximos 20 años.

Según el investigador, desde los centros de educación superior se debe empezar a reconocer espacios académicos, culturales, científicos, entre otros, para todos los seres humanos, sin importar de dónde provienen o a qué estrato social pertenecen.

“Es ideal que dentro de las instituciones se generen cada vez más convenios de cooperación con otras universidades del país y del mundo, que permitan beneficiar a los estudiantes y, en general, a los planteles educativos. Este tipo de hechos permiten que se genere competitividad y desarrollo”, indicó.

De otro lado, para el docente de la Universidad de Caldas y magíster en Educación, Juan Carlos Yepes Ocampo, en el Eje Cafetero se debe fortalecer el tema de la cooperación entre directivos, docentes y estudiantes, más que establecer competencias.

“El ranking, para clasificarnos y establecer quiénes son los mejores, no está ayudando ni al país ni al mundo. Se debe pensar en unir esfuerzos para responder con criterio de calidad a las necesidades de la sociedad, más que a las del mercado”, ratificó el docente.

Por eso invitó a que desde las aulas de clase se incentive la cooperación, unión y trabajo colaborativo, es decir, que se fortalezcan las capacidades de los alumnos y se transmitan para beneficio de los demás, más que para hacer rankings entre ellos.

Otra de las propuestas a largo plazo es sobre la disminución de, cada vez más, las brechas entre lo rural y lo urbano, lo público y lo privado, con el fin de evitar que la desigualdad se agudice no solo en lo educativo, también en todos los aspectos de la vida misma.

Para los docentes que participaron en la segunda sesión de la cátedra, esto se logra al llevar educación de calidad a las comunidades, con programas que les permitan formarse profesionalmente y, sobre todo, que contribuyan a construir conocimiento y desarrollo para su beneficio.

“Se debe generar un proceso de desarrollo humano, no tanto de crecimiento económico. Si bien se necesita, este no debe ser la prioridad. Nuestros saberes tienen que llegar a todos los rincones de la geografía. Las comunidades no deben ser excluidas del conocimiento”, manifestó otro de los profesores invitados a la jornada, el magíster en Administración, Óscar Alberto Hoyos Villa.

Para el docente, a los sectores más vulnerables se les debe llegar con programas de inclusión y deben estar inmersos en la educación superior, con el apoyo de los programas de extensión de las universidades.

Los docentes concluyen que la Universidad debe cumplir de mejor manera su tercera función misional, no solo es la docencia y la investigación, también la proyección para beneficio de las personas que no tienen acceso a los pregrados que ofertan instituciones como la Universidad Nacional.

Por Juan David Martínez Pérez

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Estudiante de la Universidad Nacional Sede Manizales ganó una convocatoria del Ministerio de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, al identificar y documentar soluciones sobre el uso de las TIC para adelantar este proceso en todo el país.

La propuesta de innovación de la página web de la Unidad de Restitución de Tierras involucra un link o enlace que permite descargar toda la documentación (registro civil, de propiedad de tierra, cédula, etc.) requerida para iniciar el proceso, acompañado de un instructivo sobre cómo hacerlo.

“Con ello, se agilizan los trámites y, de paso, se evita el fraude documental”, aseguró Adrián Felipe Arroyave Tabares, estudiante de Administración de Sistemas Informáticos de la U.N. Sede Manizales, quien junto con Kelly Johana Espinosa Gómez, del programa de Ingeniería Agronómica de la Universidad de Caldas, ganaron la convocatoria gubernamental.

El nuevo modelo pretende superar las dificultades que viven especialmente las personas de las zonas rurales, como don Agustino Arizábal, cuya solicitud de reclamo de su predio hace parte de las 1.712 que se registran en la Dirección Territorial Valle del Cauca - Eje Cafetero de la Unidad de Restitución de Tierras, en el departamento de Caldas.

“Es un proceso largo y tedioso del que uno debe asesorarse muy bien, porque si no fácilmente nos vence las diligencias, que incluyen muchos documentos, que demuestren, como en mi caso, que soy el propietario de ese lote”, precisó, el que fuera en el pasado, productor porcino, y hoy recolector de café en las laderas de Chinchiná (Caldas).

Por trámites como estos, el Ministerio de las Tecnologías de la Información y la Comunicación abrió una misión de investigación y análisis de problemáticas y necesidades surgidas en la relación del ciudadano con el Estado, para lo cual convocó a duplas de estudiantes.

El proceso, que recolectó cerca de 45 trabajos enviados por estudiantes de 23 universidades de todo el país, premió la investigación adelantada por Adrián y Kelly Johana, en la cual los jóvenes plantearon una serie de soluciones asociadas con los trámites de restitución de tierras en Colombia.

“Los jóvenes programaron una plataforma más accesible, que incluye personas con algún tipo de limitación física y aquellas que se les dificultaba el acceso, debido a la brecha digital existente”, indicó el estudiante de la U.N.

El proceso dispone de un acompañamiento en todo el trámite, desde el inicio de la solicitud hasta que se realiza la entrega de la tierra y se culminen las etapas técnicas posterior, o hasta que se dé por terminado por algún caso diferente. Asimismo, se suministra información constantemente al solicitante, acerca de cómo está transcurriendo su diligencia, a través de la plataforma, vía correo electrónico y por mensaje de texto.

Otra novedad en la investigación propone enseñar los trámites que se puedan realizar vía web, en el momento que se requieran los documentos de validez, justo después de elaborar la solicitud y de verificar que el predio esté inscrito en el registro de tierras despojadas y abandonadas forzosamente.

“También sugerimos capacitación durante todo el proceso en temas de agro y en tecnologías de la información, una buena estrategia para aumentar la confianza del ciudadano en el Estado”, detalló el estudiante de Administración de Sistemas Informáticos de la U.N.

Finalmente, el nuevo sistema facilitaría la información de casos resueltos que tengan similitud con el de otros usuarios, con lo cual se adelantaría la toma de decisiones y agilizaría los procesos, que es a la postre lo que los ciudadanos buscan.

Hasta agosto de este año, el número de hectáreas restituidas, según el Ministerio Público, sumaban 87.750 en todo el país. A la fecha, en Caldas se registran siete sentencias de restitución, que equivale a 703. 538 hectáreas.

Por Irina Juliao Rossi