Este joven proveniente de Pasto (Nariño) y quien decidió venir a cursar su pregrado a esta ciudad por su ambiente acogedor y de tranquilidad, es hoy uno de los jóvenes destacados en la maestría en Ingeniería, línea Automatización Industrial, pues su Promedio Académico Ponderado Acumulado (PAPA) es de 4.9.
“Siempre quise estudiar Ingeniería Electrónica en la Universidad Nacional pues es la mejor Institución del país, me presenté e investigué en qué Sedes la ofrecían y me encontré con Manizales y Bogotá, inclinándome al final por la primera opción. Al principio fue muy complicado pues tuve que dejar a mi hermana y a mi mamá solas en Pasto”, comentó Daniel Alberto Burbano Lombana, estudiante de posgrado de la UN en Manizales.
Y aunque durante su paso por el pregrado su PAPA no fue tal alto como el de este momento, si se destacó por ser monitor de la materia de Señales y Sistemas y por pertenecer a varios semilleros de investigación entre ellos el de robótica, desde el cual se impulsaron tres concursos con los que se logró volver a despertar en la UN en Manizales el interés por esta área del conocimiento.
Así mismo Burbano Lombana expresó, “habíamos visto que esa parte estaba muy olvidada, además que la Sede había sido muy fuerte en este aspecto y nos pareció muy importante rescatarlo, pues la robótica reúne muchas áreas del conocimiento en las cuales los estudiantes pueden explotar sus habilidades al máximo”.
Para alcanzar este excelente nivel académico Daniel afirma que no tiene una larga rutina de estudio, sino que se dedica a su posgrado desde las 8:00 de la mañana hasta las 6:00 de la tarde, y a partir de allí realiza otro tipo de tareas que lo relajan y distraen, como por ejemplo tocar guitarra y practicar tenis.
Frente a esto el estudiante de maestría aseveró, “me dedico a otras actividades porque estar siempre estudiando hace que uno se sature, entonces juego tenis que siempre me ha gustado mucho, voy al gimnasio y ahora, aprovechando un curso que dan en la Universidad, estoy aprendiendo a tocar guitarra, instrumento que desde siempre me ha llamado la atención”.
Al momento de preguntarle si es difícil que un joven universitario alcance en la Institución un promedio como el que él tiene, con la timidez que lo caracteriza pero sin titubearlo respondió “no es complicado, para lograrlo hay que ponerle empeño y dedicarle tiempo, hay que ser constante en el estudio, pero sobre todo tenerle cariño a lo que se está haciendo, de esta forma son posibles las cosas”.
Por ahora además de continuar con la práctica del deporte blanco y de este instrumento musical y combinarlo con la docencia, una de sus mayores metas es “lograr un muy buen trabajo en la maestría, pues quiero dejar el nombre del grupo de investigación al cual pertenezco actualmente muy en alto”, puntualizó."